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GRAN CASINO DE SAN SEBASTIÁN

miércoles, 26 de diciembre de 2018

CASTILLO DE LA SANTA CRUZ DE LA MOTA

Historia de la ciudad:

Nos situamos en la capital Guipuzcoana de San Sebastián, una pequeña ciudad del norte de España pero con mucha historia sobre ella. Conocida también como la pequeña París por sus emblemáticas fachadas de carácter romántico. En la ciudad vamos a poder encontrar tres playas; Zurriola, Ondarreta y La Concha, también tres montes, Igueldo, Ulia y Urgull. Hoy nos dedicaremos a estudiar la historia, trayectoria y el uso que tiene hoy en día el monte de Urgull; hablando del Castillo de la Santa Cruz de la Mota.


A la hora de investigar la historia de San Sebastián nos encontramos con el hecho de que la ciudad ha sufrido incendios en varias ocasiones, pero sin duda tenemos que ser conscientes que la quema de la ciudad de 1813 trajo consigo varios problemas, ya que la mayor parte de la ciudad se quemó y el Archivo de la Ciudad quedó destrozado con lo que la mayoría de documentos se perdieron para siempre.

Los antiguos vestigios que quedan sobre la ciudad apuntan a que en época romana aquí hubo una población llamada Oeaso, pero varios historiadores afirman que la villa romana no estuvo aquí situada; sino más hacia la zona de Irún junto al monte Jaizkibel. Lógicamente la percepción del terreno en época romana no era la misma que hoy en día. Ptolomeo y Strabón sitúa a la ciudad de Oeaso a los pies del monte Jaizkibel, citaban que la antigua ciudad romana se situaba entre Iberia y Aquitania. La palabra Easo significa océano, entonces la conocida frase de "La Bella Easo" con la que siempre se ha referido a San Sebastián podría significar la bella ciudad del océano.

Son apenas inexistentes los datos sobre la historia de la ciudad desde entonces hasta que pasó a estar inserta en el Reino de Navarra en el siglo XI, será entonces en el siglo XI cuando aparezca por primera vez citada la ciudad de San Sebastián en un texto escrito. Podríamos hablar del año 1014,  cuando el monasterio de San Salvador de Leire efectúa una donación al monasterio de San Sebastián, por los entonces reyes navarros Sancho el mayor y su esposa hacia la villa de San Sebastián. Con esto podemos decir que para aquella fecha la ciudad Donostiarra ya estaba dentro de los límites del reino. Por desgracia poco sabemos de aquel monasterio, ya que nada queda de él; tan solo que se encontraba cerca de la orilla del mar.

La ciudad de San Sebastián siempre ha sido una ciudad dedicada a la vida marítima por su ubicación en el Golfo de Vizcaya. Ya en el año 1180 el rey navarro Sancho VI el Sabio otorga a la ciudad el título de Villa de San Sebastián, eran unos privilegios regulaban la vida de la comunidad, en este caso  para los habitantes de la ciudad Donostiarra. Por norma general, los fueros tenían como objetivo la extensión del territorio, y a su vez como consecuencia de este primer objetivo la extensión a las personas afectadas. A su vez, otorgó el apoyo de un estatuto de libertad y autonomía en favor de la gente dedicada a la pesca y a distintas actividades marítimas.  El monarca navarro añadió como necesidad primordial el poseer un puerto para su reino, y ese fue el cometido de la ciudad Guipuzcoana; el poder exportar diversas mercancías de su reino. El texto original de los fueros se perdió, pero varios historiadores apuntan a que las fechas más concretas de estos privilegios datan de 1150 a 1180.

Nos encontramos en éste momento ante una disputa de reinos, en el que el Reino Navarro y el Reino Castellano luchaban constantemente por hacerse con los territorios vascos y riojanos a los que ellos llamaban “la repoblación de la costa”. A la vez que se creó la Villa de San Sebastián, el Rey Sancho VI concedió ciertos privilegios a las Villas de Laguardia, Bernedo, Vitoria y San Vicente de Sonsierra; todos ellos eran lugares cercanos al límite del Reino Castellano de Alfonso VIII.


En octubre el año 1200 hubo un cambio político, en la que por primera vez un documento recogía la mención de el Rey Alfonso VIII como "regnante in Ypuzcua eta Sancto Sebastiano", es decir, hubo un cambio político entre la gobernación del Reino de Navarra hacia el reinado del dominio Castellano del rey Alfonso VIII, pero eso apenas afectó a la vida de la villa.

El nuevo rey continuó con la creación de villas por la costa que había iniciado Sancho el Sabio. En sus primeros años como reinante concedió a Fuenterrabía y Motrico el título de villa, la actividad económica de toda la costa vasca se vió favorecida y mostró un especial interés en la caza de las ballenas.




El castillo:


Es muy difícil precisar la distribución original del castillo, ya que a lo largo de la historia de la ciudad ha sufrido varios incendios y saqueos. Algunos historiadores atribuyen las primeras construcciones a época romana de Easo-Olarso. Los datos más importantes aportados hacia la construcción del castillo son los de 1574 por Don Vespasiano Gonzaga Colona, el Duque de Trayeto, el Virrey de Navarra y el ingeniero Don Jorge Paleazo. En el antiguo sello de la ciudad la imagen que aparece es la de un castillo, posiblemente podría ser el antiguo castillo de la mota de la ciudad. Es más la imagen del castillo también figura en la medalla del concejo de la ciudad de San Sebastián y en algunas vidrieras del ayuntamiento.

La concesión del fuero de 1180 otorgó a la ciudad un nivel y un interés importante, por ello se llevó a cabo la construcción de una fortificación y un castillo en lo alto del monte Urgull hacia finales del siglo XII. Era un castillo de forma cuadrangular, con cuatro torreones a cada lado y con las murallas rematadas con almenas junto con una torre de homenaje al fondo de forma cuadrada; esta es la descripción que recoge un plano del año 1546 que se asemeja al sello de la ciudad del siglo XIII.


En 1921 Urgull fue vendido por el ministerio del ejército a la ciudad de San Sebastián quedando convertido en parque publico. Hoy en día se puede acceder al monte por distintos lugares, el camino más antiguo es el que parte desde la basílica de Santa María del Coro. En él destaca el castillo amurallado de la Santa Cruz de la Mota cuyo origen parece datar de la época de la dominación navarra hacia 1194.
El castillo fue destruido y reconstruido en varias ocasiones además de volar en los aires en 1688 como consecuencia de un rayo caído en el polvorín, cuando los habitantes de la ciudad vieron que la única parte conservada era la de la capilla del Santo Cristo y como cuenta la leyenda la lampara de aceite que iluminaba la capilla seguía encendida, así quedó conocida la imagen como el milagroso Santo Cristo del Castillo de la Mota. Actualmente su parte mas alta esta ocupada por tres pequeñas capillas rematadas por la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, del escultor Español Lorenzo Coullan Valera en 1948. El Castillo de la Mota hoy en día tiene el estatus de monumento nacional y de monumento de interés arquitectónico, histórico y artístico.


En el macho del castillo hay un arco donde las leyendas populares decían que de él pendía una orca, pero en realidad lo que pendía de el era una campana utilizada sobre todo durante las Guerras Carlistas para avisar a los ciudadanos de San Sebastián para que se pusieran a salvo. Las rutas hacia el castillo están dotadas por distintas baterías, en las cuales se conservan los antiguos cañones de la ciudad, como la batería de las damas, la batería de santiago o el baluarte del mirador.


Hoy en día, el monte Urgull es un parque público donde aparte del castillo con distintas rutas podemos encontrar lo que se conoce como el chiringuito del polvorín, que como su propio nombre indica es un chiringuito en el antiguo polvorín del castillo. Aparte de eso podremos encontrarnos con un monumento dedicado a las tropas Inglesas que defendieron la ciudad durante el ataque de las tropas francesas en 1813.
Lo que podremos encontrar dentro del castillo, es un museo dedicado a la historia de la ciudad, conocido también como la casa de la historia. A lo largo de sus salas podremos ver tratados diversos temas así como los diversos ataques por tropas francesas, la vida mercantil de la ciudad y su dedicación a la pesca y vida marítima, el derribo de las murallas, el ensanche de la ciudad, la Belle Epoque en la ciudad o la llegada de la corte a la ciudad.
No podría dejar de mencionarse la sala de audiovisuales, donde los pequeños vídeos sobre la ciudad nos muestran las tradiciones y fiestas más típicas de la ciudad donostiarra; así como, el Festival de Jazz, las regatas, la feria de Santo Tomás, el Festival de Cine Internacional o la Tamborrada.




Vídeo:



https://www.youtube.com/watch?v=pp6B-0j5qJ0&feature=youtu.be



Bibliografía:

GARCÍA DE CORTÁZAR, J.A. (2000), “Una villa mercantil: 1180-1516”, en ARTOLA (ed.), Historia de Donostia San Sebastián, Donostia, editorial Nerea.

MEXIA CARRILLÓ, F. (1979), El castillo de la Santa Cruz de la Mota y las murallas de la plaza de San Sebastián, San Sebastián, editores Caja de ahorros municipal de San Sebastián y Grupo dr. Camino de Historia Donostiarra de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País.

SADA, J. (1997), Historia de San Sebastián, San Sebastián, Editorial Txertoa





3 comentarios:

  1. Me ha encantado la sencillez como lo has contado, muy ameno, sigue asi

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    1. Muchas gracias!! En pocos días habrá una publicación más, esta vez del convento de San Telmo; actual museo.

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  2. Muy bien, me ha entretenido con las anécdotas. Sólo una precisión, el Cementerio de los Ingleses es de la guerra Carlista.

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